
Murcia, 2000. Un chico de 16 años entra en su casa con una katana japonesa y asesina brutalmente a su padre, su madre y su hermana pequeña mientras dormían. Luego, se sienta frente al ordenador y confiesa: “lo he hecho por Squall, de Final Fantasy VIII”. Conocido como “El Asesino de la Catana”, José Rabadán conmocionó a toda España. ¿Fue un crimen influido por los videojuegos y el anime? ¿O un acto frío y premeditado disfrazado de obsesión adolescente? En este episodio de Archivos del Horror, analizamos el antes, el durante y el después de un asesinato familiar que abrió el debate sobre los límites de la mente juvenil, la violencia y la reinserción. Veinte años después, Rabadán vive en libertad. ¿Pero realmente alguien puede dejar atrás algo así?